No hay una pizarra en el cielo donde Dios haya escrito tu propósito, tu misión en la vida. Si así fuera, lo único que tendrías que hacer para entender realmente qué estás haciendo aquí y por qué estás aquí sería encontrar esa pizarra y descubrir qué es lo que Dios tiene reservado para ti.
De modo que tu propósito es lo que dices que es. Tu misión es la misión que tú mismo te encomiendas. Has de rellenar el espacio de la pizarra de tu vida con lo que desees.
Si lo has rellenado con equipaje del pasado, haz limpieza. Borra todo aquello del pasado que no te sirva y da las gracias porque te ha conducido adonde te encuentras ahora y a un nuevo comienzo. Quédate con una pizarra en blanco y empieza de nuevo, aquí y ahora. Descubre tu felicidad y vívela.
Haz las cosas que te gustan y que te hacen feliz. Si no sabes qué es lo que te hace feliz, plantéate la pregunta “¿Qué es lo que me hace feliz?”. Cuando lo descubras, comprométete con ello, con la felicidad, la ley de atracción te lanzará una lluvia de cosas buenas, personas, circunstancias, acontecimientos y oportunidades en tu vida porque estarás irradiando felicidad.
La felicidad interior es lo que en realidad alimenta el éxito. Sé feliz ahora. Siéntete bien ahora. Esto es lo único que has de hacer. Cualquier cosa que te ayude a sentirte mejor siempre atraerá más de lo mismo.
Cuando persigues tu dicha vives en un espacio constante de felicidad. Te abres a la abundancia del Universo. Disfruta de la vida, porque la vida es fenomenal. Es un viaje estupendo.
Recuerda que estamos usando como mucho un 5% del potencial de la mente humana. El cien por cien del potencial de la mente humana es el resultado de la educación adecuada. Podríamos hacerlo todo. A medida que vayamos abandonando todos los pensamientos de limitación y seamos conscientes de que somos ilimitados, iremos experimentando la ilimitada magnificencia de la humanidad, expresándose a través del deporte, la salud, el arte, la tecnología, la ciencia, y en todos los campos de la creación.
De modo que tu propósito es lo que dices que es. Tu misión es la misión que tú mismo te encomiendas. Has de rellenar el espacio de la pizarra de tu vida con lo que desees.
Si lo has rellenado con equipaje del pasado, haz limpieza. Borra todo aquello del pasado que no te sirva y da las gracias porque te ha conducido adonde te encuentras ahora y a un nuevo comienzo. Quédate con una pizarra en blanco y empieza de nuevo, aquí y ahora. Descubre tu felicidad y vívela.
Haz las cosas que te gustan y que te hacen feliz. Si no sabes qué es lo que te hace feliz, plantéate la pregunta “¿Qué es lo que me hace feliz?”. Cuando lo descubras, comprométete con ello, con la felicidad, la ley de atracción te lanzará una lluvia de cosas buenas, personas, circunstancias, acontecimientos y oportunidades en tu vida porque estarás irradiando felicidad.
La felicidad interior es lo que en realidad alimenta el éxito. Sé feliz ahora. Siéntete bien ahora. Esto es lo único que has de hacer. Cualquier cosa que te ayude a sentirte mejor siempre atraerá más de lo mismo.
Cuando persigues tu dicha vives en un espacio constante de felicidad. Te abres a la abundancia del Universo. Disfruta de la vida, porque la vida es fenomenal. Es un viaje estupendo.
Recuerda que estamos usando como mucho un 5% del potencial de la mente humana. El cien por cien del potencial de la mente humana es el resultado de la educación adecuada. Podríamos hacerlo todo. A medida que vayamos abandonando todos los pensamientos de limitación y seamos conscientes de que somos ilimitados, iremos experimentando la ilimitada magnificencia de la humanidad, expresándose a través del deporte, la salud, el arte, la tecnología, la ciencia, y en todos los campos de la creación.
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