Los estados anímicos son variables. Los recuerdos pueden hacernos sentir tan bien como mal. Pero hay algo que es casi inevitable realizar en estas fechas: pensar en lo que hicimos y en lo que haremos.
Todo ser humano necesita hacer un cierre de ciclo para abrir uno nuevo. Objetivamente hablando, nuestro ciclo es solo uno, y este abarca desde que nacemos hasta que morimos.
Pero en nuestro propio camino del héroe, buscando siempre llegar a ser un poco mejor, necesitamos del ritual de renacimiento: dejar ir una parte nuestra para darle la bienvenida a una nueva y mejor.
Es por eso que solemos hacer Balances y Proyecciones. Nos ayuda a tener una visión general de dónde venimos y hacia dónde vamos. Pero toda reflexión y toda decisión se ejecuta en el presente, en el HOY.
Por eso, haz un cierre positivo de este año y planifica tu destino para el próximo. Aprovecha que las energías humanas están a tu favor.
Aquí algunas ideas que pueden servirte:
Balance
Toma una hoja, divídela en dos columnas y haz una lista con los Pros y los Contras del año.
Luego léela y por cada Logro hazte un regalo (el que sea, no es necesario que gastes dinero, usa tu imaginación).
Por cada Contra, reflexiona: ¿Qué haría hoy de diferente? ¿Está en mí la posibilidad de cambiarlo? ¿Qué me está enseñando?
De esta forma, estamos convirtiendo los contras en pros, porque en realidad no existen fracasos sino experiencias. Y las experiencias nos darán siempre saldo a favor.
Proyección
Una vez repasado y reflexionado tu año, diseña el que está por venir.
Agarra otra hoja y al estilo lista de supermercado enumera todo lo que te gustaría ser, hacer o tener.
Cuando termines, vuélvela a leer y reflexiona: ¿Cuál de todas las metas es la más importante? ¿Qué debería hacer para conseguirla? ¿Qué estrategias puedo utilizar para que esta meta permanezca en mi mente a lo largo del año?
Se pueden elegir muchas metas, pero lo ideal sería que elijamos una sola para no disolver nuestras energías.
Es importante ser sincero a la hora de elegir y planificar. Todos sabemos que el desgano suele empezar a tentarnos a medida que caminamos. Es por eso que es importante pensar en estrategias para mantenerse motivado hacia la gran meta.
A esto quizás ayuden dos cosas: La primera es que no nos fijemos una meta muy difícil de concretar. Debe ser algo que consideremos posible a realizarce en 12 meses máximo.
En segundo término, dividir el camino hacia esa gran meta a través de pequeñas metas también posibles de concretar, y enmarcarlas en fechas (aproximadas, no fijas ni estrictas). A medida que las vayamos consiguiendo, nos irán dando motivación. Y no hay mejor remedio contra el desgano que la motivación.
Con estos tips deseamos darte inspiración para que hoy mismo hagas un balance y una proyección.
No es necesario que sigas al pie de la letra lo aquí expuesto, pero sí tómalo como referencia. Utiliza tu creatividad, siempre es tu mejor aliada.
Aprovechamos para desearte unas increíbles fiestas rodeado de todos tus seres queridos, y que cada uno de tus sueños se vayan cumpliendo uno tras otro.
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