Solemos leer sobre ser positivos, focalizar en lo que tenemos y también sobre ser protagonistas o responsables de nuestras historias.
Casi nadie duda que hacer esto nos conducirá a un mejor estado emocional que redundará en buena salud y mejores relaciones. En síntesis, que mejorará nuestra calidad de vida.
Pero la pregunta del millón que la gente se hace es cómo. ¿Cómo podemos hacer para salir de la trampa de la negatividad?
La primera regla que se me ocurre es dejar de pensar que cambiar es difícil. No se puede desear algo creyendo que será muy difícil que esto suceda. ¡Eso es negatividad!
La segunda es comenzar a pensar que todo cambio es fácil. Seguramente habrá mucha resistencia a pensar de esta forma.
¿Cómo algo que me cuesta tanto cambiar o es tan diferente a mi puede ser tan fácil? Si es tan fácil ¿por qué aun no lo he logrado? O ¿Por qué sufro tanto entonces?
Es que aún, ni siquiera, lo has intentado… la negatividad hace que no puedas ver los resultados.
No puedes ser positivo desde la crítica, la estructura y la exigencia. Aunque lo intentes seguirás enfocado en lo que no puedes, en lo que te falta.
Ser positivo es esperar lo mejor y estar preparado para todo.
Ser positivo implica agradecer lo que está a tu alrededor con la misma intensidad y frecuencia que tu respiración.
Ser positivo es, sin ignorar lo que aún no está bien, hacer algo para estar mejor.
Ser positivo es sonreír.
Ser positivo es abrazar y preguntar ¿qué puedo hacer por ti? Es jugar, es divertirte, es conversar con amigos, es hacer cosas que te gustan.
Ser positivo es que no te importe lo que los demás opinen de ti. Es ser flexible para entender que no somos perfectos.
Ser positivos es valorar al otro por lo que el otro es y no por lo que hace, tiene o sabe.
Pero así como no puedes emborracharte sólo hablando de vinos, tampoco serás una persona positiva con sólo leer o preguntar sobre el tema.
Por eso, la tercera regla es comenzar ahora a pensar en que todo puede ser más fácil, esperando lo mejor desde este instante y sintiendo estar preparado para todo.
¡Ahora! agradece lo que está a tu alrededor con la misma intensidad y frecuencia que tu respiración.
¡Ya! comienza, sin ignorar lo que aún no está bien, a hacer algo para estar mejor.
¡Ahora! sonríe, abraza y pregunta ¿qué puedo hacer por ti?
¡Ya mismo! comienza a jugar, divertirte, a conversar con amigos y a realizar cosas que te gustan.
Desde ahora, que no te importe más lo que los demás opinen de ti, sé flexible para entender que no somos perfectos.
Comienza a amarte sin importar lo que eres, haces o sabes.
No hay nada ni nadie que te garantice que ser positivo es la solución a todos tus problemas, pero sí, te brindará la posibilidad de vivir una vida con alternativas, con la libertad de poder elegir cómo sentirte, con quienes quieres estar y sobre todo quién quieres ser.
Carlos Sanchez
Casi nadie duda que hacer esto nos conducirá a un mejor estado emocional que redundará en buena salud y mejores relaciones. En síntesis, que mejorará nuestra calidad de vida.
Pero la pregunta del millón que la gente se hace es cómo. ¿Cómo podemos hacer para salir de la trampa de la negatividad?
La primera regla que se me ocurre es dejar de pensar que cambiar es difícil. No se puede desear algo creyendo que será muy difícil que esto suceda. ¡Eso es negatividad!
La segunda es comenzar a pensar que todo cambio es fácil. Seguramente habrá mucha resistencia a pensar de esta forma.
¿Cómo algo que me cuesta tanto cambiar o es tan diferente a mi puede ser tan fácil? Si es tan fácil ¿por qué aun no lo he logrado? O ¿Por qué sufro tanto entonces?
Es que aún, ni siquiera, lo has intentado… la negatividad hace que no puedas ver los resultados.
No puedes ser positivo desde la crítica, la estructura y la exigencia. Aunque lo intentes seguirás enfocado en lo que no puedes, en lo que te falta.
Ser positivo es esperar lo mejor y estar preparado para todo.
Ser positivo implica agradecer lo que está a tu alrededor con la misma intensidad y frecuencia que tu respiración.
Ser positivo es, sin ignorar lo que aún no está bien, hacer algo para estar mejor.
Ser positivo es sonreír.
Ser positivo es abrazar y preguntar ¿qué puedo hacer por ti? Es jugar, es divertirte, es conversar con amigos, es hacer cosas que te gustan.
Ser positivo es que no te importe lo que los demás opinen de ti. Es ser flexible para entender que no somos perfectos.
Ser positivos es valorar al otro por lo que el otro es y no por lo que hace, tiene o sabe.
Pero así como no puedes emborracharte sólo hablando de vinos, tampoco serás una persona positiva con sólo leer o preguntar sobre el tema.
Por eso, la tercera regla es comenzar ahora a pensar en que todo puede ser más fácil, esperando lo mejor desde este instante y sintiendo estar preparado para todo.
¡Ahora! agradece lo que está a tu alrededor con la misma intensidad y frecuencia que tu respiración.
¡Ya! comienza, sin ignorar lo que aún no está bien, a hacer algo para estar mejor.
¡Ahora! sonríe, abraza y pregunta ¿qué puedo hacer por ti?
¡Ya mismo! comienza a jugar, divertirte, a conversar con amigos y a realizar cosas que te gustan.
Desde ahora, que no te importe más lo que los demás opinen de ti, sé flexible para entender que no somos perfectos.
Comienza a amarte sin importar lo que eres, haces o sabes.
No hay nada ni nadie que te garantice que ser positivo es la solución a todos tus problemas, pero sí, te brindará la posibilidad de vivir una vida con alternativas, con la libertad de poder elegir cómo sentirte, con quienes quieres estar y sobre todo quién quieres ser.
Carlos Sanchez
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