
Te ayudará a planificar metas y llevarlas a cabo.
Sin una meta, no tienes enfoque. Sin foco, puedes pasearte durante horas, días, meses y años en tu vida sin ningún propósito.
Con ningún propósito, ni metas ni foco, es muy difícil que puedas vivir tu vida en plenitud.
Tener una meta te inspira, te pone en movimiento, te excita, te hace sentir "vivo".
Y ademas, tener una meta, te permite centrar tus energías en buscar la manera de lograrlas.
Cuando alguien toma una decisión y se centra en cómo lograrla (y especialmente en un período específico de tiempo), la mente subconsciente empieza a trabajar y a jugar con las ideas y desarrolla diferentes estrategias para poder lograrla...
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