Cuando miramos a nuestro alrededor, incluso aunque lo que miremos sean nuestros cuerpos, lo que vemos es la punta del iceberg.
Está el Universo, nuestra galaxia, nuestro planeta, las personas y dentro de este cuerpo tenemos los sistemas de órganos, las células, las moléculas y los átomos. Podemos verlo de distintas formas, pero en esencia todo es energía.
Todo está hecho de energía, ya sea tu mano, el océano o una estrella.
Una de las cosas más extraordinarias de vivir en esta época es que los descubrimientos de la física cuántica y de la nueva ciencia están en completa armonía con las enseñanzas la Ley de Atracción y con el conocimiento de todos los grandes maestros de la historia.
Toda la energía vibra en una frecuencia. Al ser tú energía, también vibras en una frecuencia y lo que determina tu frecuencia en cualquier momento son tus pensamientos y sentimientos. Todas las cosas que deseas también son energía, por lo tanto también vibran. Todo es energía.
A medida que te enfocas en lo que deseas, cambias la vibración de los átomos de ese objeto y provocas que vibre hacia tí. La razón por la que eres la torre de transmisión más potente del Universo es porque tienes el poder de enfocar tu energía a través de tus pensamientos y de alterar las vibraciones de aquello en lo que te has enfocado, que a su vez se siente atraído hacia ti magnéticamente.
No me importa en qué ciudad vivas, tienes suficiente poder en tu cuerpo, poder en potencia, para iluminar toda la ciudad durante casi una semana.
La mayoría de las personas se identifican con este cuerpo finito, pero no eres un cuerpo finito. Si vieses bajo un microscopio de gran aumento eres un campo de energía.
Así que si piensas que eres este “traje de carne” que va por ahí, más vale que reflexiones. ¡Eres un ser espiritual! Eres un campo de energía, que opera dentro de otro mayor. Eres energía y la energía ni se crea ni se destruye. La energía sólo cambia de forma. Nunca puedes dejar de ser.
Está el Universo, nuestra galaxia, nuestro planeta, las personas y dentro de este cuerpo tenemos los sistemas de órganos, las células, las moléculas y los átomos. Podemos verlo de distintas formas, pero en esencia todo es energía.
Todo está hecho de energía, ya sea tu mano, el océano o una estrella.
Una de las cosas más extraordinarias de vivir en esta época es que los descubrimientos de la física cuántica y de la nueva ciencia están en completa armonía con las enseñanzas la Ley de Atracción y con el conocimiento de todos los grandes maestros de la historia.
Toda la energía vibra en una frecuencia. Al ser tú energía, también vibras en una frecuencia y lo que determina tu frecuencia en cualquier momento son tus pensamientos y sentimientos. Todas las cosas que deseas también son energía, por lo tanto también vibran. Todo es energía.
A medida que te enfocas en lo que deseas, cambias la vibración de los átomos de ese objeto y provocas que vibre hacia tí. La razón por la que eres la torre de transmisión más potente del Universo es porque tienes el poder de enfocar tu energía a través de tus pensamientos y de alterar las vibraciones de aquello en lo que te has enfocado, que a su vez se siente atraído hacia ti magnéticamente.
No me importa en qué ciudad vivas, tienes suficiente poder en tu cuerpo, poder en potencia, para iluminar toda la ciudad durante casi una semana.
La mayoría de las personas se identifican con este cuerpo finito, pero no eres un cuerpo finito. Si vieses bajo un microscopio de gran aumento eres un campo de energía.
Así que si piensas que eres este “traje de carne” que va por ahí, más vale que reflexiones. ¡Eres un ser espiritual! Eres un campo de energía, que opera dentro de otro mayor. Eres energía y la energía ni se crea ni se destruye. La energía sólo cambia de forma. Nunca puedes dejar de ser.
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