¿Qué contestaría si alguien le preguntara, "¿Ha sufrido un trauma?"? La mayoría de las personas, probablemente dirían o han dicho "no, yo no he tenido ningún trauma, solo he atravesado momentos difíciles". Y es que generalmente, el trauma, solo se asocia con traumas físicos, aquellos que ocurren en una sala de emergencia u hospital o en un accidente. Pero la gama de trauma es más amplia, y esto es lo que intento compartir con Uds.
Trauma siempre ha existido, todos de unos de una u otra manera hemos tenido experiencias traumáticas, desafortunadamente no siempre hay conciencia del gran impacto y las consecuencias que el trauma tiene en las personas y en la sociedad.
Muchas veces llegan a nosotros, sin saberlo y sin ellos saberlo, personas que han sufrido traumas y que a consecuencia de estos, presentan una serie de síntomas, que no desaparecen. O muchas veces, somos nosotros quienes experimentamos estos síntomas extraños, que no sabemos por qué nos ocurren y que a pesar de nuestros esfuerzos por eliminarlos, siguen presentes. Y es que a veces detrás de la depresión, la ansiedad y los síntomas psicosomáticos hay un trauma, y hasta que este no se trate, los síntomas persistirán o aumentarán.
Los eventos que pueden producir un trauma, pueden ser:
Eventos extraordinarios: Pueden ser guerras, asaltos, secuestros, actos de violencia o terroristas, homicidios, maltratos psico-emocionales, físicos y sexuales, y desastres naturales.
Eventos Ordinarios: Tales como traumas de gestación o nacimiento, accidentes de carro o trabajo, caídas, enfermedades graves o crónicas, fiebres altas, cirugías y otros procedimientos médicos u odontológicos agresivos. Pérdidas súbitas e inesperadas, intoxicaciones, experiencias de ahogo o hundimientos. Igualmente se consideran eventos ordinarios, cuando las personas están expuestas a continuas presiones ambientales, sociales o económicas.
Existen diferentes tipos de trauma:
Stress Traumático: Es una amenaza que el cuerpo experimenta como peligrosa, o como muerte, y pone en el cuerpo tal demanda, que este no puede con ella. Por ejemplo, problemas económicos, familiares, exceso de trabajo, desarrollo de una enfermedad grave o crónica, fiebres altas, cirugías etc. Cuando la persona es expuesta por periodos largos a este estrés, este va tener efectos como ansiedad, migrañas, fibriomalgia, cansancio y gastritis entre otros.
Choque traumático: Este es un evento aterrorizante y horrorífico que ocurre inesperadamente y se sucede demasiado rápido y muy intensamente para que nuestro sistema nervioso lo pueda digerir. Cuando este evento excede las barreras de lo que podemos asimilar, trastorna nuestra capacidad de responder, produciendo en nosotros, sentimientos de impotencia, miedo y pérdida de control. Por ejemplo Las guerras, asaltos, secuestros, actos de violencia o actos terroristas, homicidios, maltratos psico-emocionales, físicos, sexuales, accidentes de carro o trabajo y desastres naturales, etc. Cuando este evento excede las barreras de lo que podemos asimilar, trastorna nuestra capacidad de responder, produciendo en nosotros, sentimientos de impotencia, miedo y pérdida de control.
Trauma de desarrollo: Es un trauma crónico, como abandono, abuso físico y emocional, que ocurre en nuestra infancia. Muchas veces cuando existe un choque traumático, éste se interconecta con el trauma de desarrollo, acentuando los sentimientos de abandono y negligencia entre otros.
Stress Post-Traumático: Es un trastorno de ansiedad que resulta de eventos traumáticos que no sean resuelto o trabajado, produciendo recuerdos dolorosas, intrusión de imágenes del trauma, disociación, sentimiento de impotencia, hiperexcitación, no recuerda ciertos momentos y evita situaciones.
La magnitud de la traumatización depende de:
Duración y severidad del evento traumático.
Si la persona ha tenido traumas anteriores.
Tipo, cantidad y calidad de ayuda y apoyo emocional y social que tuvo después del trauma.
Efectos del trauma:
En el individuo, los síntomas traumáticos se pueden manifestar de forma inmediata, meses o incluso años después del incidente, de la siguiente manera:
Físicamente: Sensaciones de dolor persistente en el cuerpo, dolor crónico, dolor en el pecho o espalda, tensión muscular, dolor de cabeza, náuseas, hiperexcitación, hipervigilancia, intrusión de imágenes del trauma, pesadillas, repuestas de sobresalto exageradas, y ataques de pánico. Las dolencias físicas o enfermedades, se aumentan. Hipersensibilidad al sonido, olor y tacto, cansancio crónico, fatiga.
Emocionalmente: Cambios de temperamento bruscos, capacidad muy reducida de manejar el stress, dificultad para relacionarse con otros, aislamiento, llanto frecuente, reacciones emocionales exageradas que no puede controlar.
Dificultad para controlar el temor o el terror, aun después del evento. Necesidad inusual por la seguridad, predictibilidad, control y perfeccionamiento.
Sentimientos de desesperanza, impotencia, desespero, depresión, pierden interés por la familia el trabajo y otras cosas que ante les causaba placer.
Sentimientos de indiferencia, inadecuación, culpa, vergüenza, y falta de compasión.
Mentalmente: Paranoia, pensamientos obsesivos y compulsivos, confusión, dificultad de concentración, muy poca tolerancia a las diferencias y críticas.
Comportamentalmente: Impulsivo, puede desarrollar o acentuar adicciones, dificultad de relacionarse con otros, más peleador, puede presentar abuso a la pareja o hijos. Deseo marcado de estar solo y de asilarse de las personas que lo pueden ayudar.
Como dice P. Levine: “Para comprender las raíces de la violencia y la guerra es importante entender que la perturbación e intensificación de estas, pueden ser atribuidos en gran parte al trauma".
En el ejercicio de mi profesión, he podido presenciar un sinnúmero de veces en que, con el compromiso del paciente, la ayuda y tratamiento adecuado, las personas se van moviendo hacia la integración; reduciendo o eliminando sus síntomas, recuperando la confianza, la tranquilidad, el control y bienestar, en muchos casos sin demasiadas horas de terapia, sin revivir los momentos dolorosos y sin el uso permanente de medicamentos.
"TRAUMA es un hecho de la vida, sin embargo no tiene que ser una cadena de perpetuidad".
P. Levine
Trauma siempre ha existido, todos de unos de una u otra manera hemos tenido experiencias traumáticas, desafortunadamente no siempre hay conciencia del gran impacto y las consecuencias que el trauma tiene en las personas y en la sociedad.
Muchas veces llegan a nosotros, sin saberlo y sin ellos saberlo, personas que han sufrido traumas y que a consecuencia de estos, presentan una serie de síntomas, que no desaparecen. O muchas veces, somos nosotros quienes experimentamos estos síntomas extraños, que no sabemos por qué nos ocurren y que a pesar de nuestros esfuerzos por eliminarlos, siguen presentes. Y es que a veces detrás de la depresión, la ansiedad y los síntomas psicosomáticos hay un trauma, y hasta que este no se trate, los síntomas persistirán o aumentarán.
Los eventos que pueden producir un trauma, pueden ser:
Eventos extraordinarios: Pueden ser guerras, asaltos, secuestros, actos de violencia o terroristas, homicidios, maltratos psico-emocionales, físicos y sexuales, y desastres naturales.
Eventos Ordinarios: Tales como traumas de gestación o nacimiento, accidentes de carro o trabajo, caídas, enfermedades graves o crónicas, fiebres altas, cirugías y otros procedimientos médicos u odontológicos agresivos. Pérdidas súbitas e inesperadas, intoxicaciones, experiencias de ahogo o hundimientos. Igualmente se consideran eventos ordinarios, cuando las personas están expuestas a continuas presiones ambientales, sociales o económicas.
Existen diferentes tipos de trauma:
Stress Traumático: Es una amenaza que el cuerpo experimenta como peligrosa, o como muerte, y pone en el cuerpo tal demanda, que este no puede con ella. Por ejemplo, problemas económicos, familiares, exceso de trabajo, desarrollo de una enfermedad grave o crónica, fiebres altas, cirugías etc. Cuando la persona es expuesta por periodos largos a este estrés, este va tener efectos como ansiedad, migrañas, fibriomalgia, cansancio y gastritis entre otros.
Choque traumático: Este es un evento aterrorizante y horrorífico que ocurre inesperadamente y se sucede demasiado rápido y muy intensamente para que nuestro sistema nervioso lo pueda digerir. Cuando este evento excede las barreras de lo que podemos asimilar, trastorna nuestra capacidad de responder, produciendo en nosotros, sentimientos de impotencia, miedo y pérdida de control. Por ejemplo Las guerras, asaltos, secuestros, actos de violencia o actos terroristas, homicidios, maltratos psico-emocionales, físicos, sexuales, accidentes de carro o trabajo y desastres naturales, etc. Cuando este evento excede las barreras de lo que podemos asimilar, trastorna nuestra capacidad de responder, produciendo en nosotros, sentimientos de impotencia, miedo y pérdida de control.
Trauma de desarrollo: Es un trauma crónico, como abandono, abuso físico y emocional, que ocurre en nuestra infancia. Muchas veces cuando existe un choque traumático, éste se interconecta con el trauma de desarrollo, acentuando los sentimientos de abandono y negligencia entre otros.
Stress Post-Traumático: Es un trastorno de ansiedad que resulta de eventos traumáticos que no sean resuelto o trabajado, produciendo recuerdos dolorosas, intrusión de imágenes del trauma, disociación, sentimiento de impotencia, hiperexcitación, no recuerda ciertos momentos y evita situaciones.
La magnitud de la traumatización depende de:
Duración y severidad del evento traumático.
Si la persona ha tenido traumas anteriores.
Tipo, cantidad y calidad de ayuda y apoyo emocional y social que tuvo después del trauma.
Efectos del trauma:
En el individuo, los síntomas traumáticos se pueden manifestar de forma inmediata, meses o incluso años después del incidente, de la siguiente manera:
Físicamente: Sensaciones de dolor persistente en el cuerpo, dolor crónico, dolor en el pecho o espalda, tensión muscular, dolor de cabeza, náuseas, hiperexcitación, hipervigilancia, intrusión de imágenes del trauma, pesadillas, repuestas de sobresalto exageradas, y ataques de pánico. Las dolencias físicas o enfermedades, se aumentan. Hipersensibilidad al sonido, olor y tacto, cansancio crónico, fatiga.
Emocionalmente: Cambios de temperamento bruscos, capacidad muy reducida de manejar el stress, dificultad para relacionarse con otros, aislamiento, llanto frecuente, reacciones emocionales exageradas que no puede controlar.
Dificultad para controlar el temor o el terror, aun después del evento. Necesidad inusual por la seguridad, predictibilidad, control y perfeccionamiento.
Sentimientos de desesperanza, impotencia, desespero, depresión, pierden interés por la familia el trabajo y otras cosas que ante les causaba placer.
Sentimientos de indiferencia, inadecuación, culpa, vergüenza, y falta de compasión.
Mentalmente: Paranoia, pensamientos obsesivos y compulsivos, confusión, dificultad de concentración, muy poca tolerancia a las diferencias y críticas.
Comportamentalmente: Impulsivo, puede desarrollar o acentuar adicciones, dificultad de relacionarse con otros, más peleador, puede presentar abuso a la pareja o hijos. Deseo marcado de estar solo y de asilarse de las personas que lo pueden ayudar.
Como dice P. Levine: “Para comprender las raíces de la violencia y la guerra es importante entender que la perturbación e intensificación de estas, pueden ser atribuidos en gran parte al trauma".
En el ejercicio de mi profesión, he podido presenciar un sinnúmero de veces en que, con el compromiso del paciente, la ayuda y tratamiento adecuado, las personas se van moviendo hacia la integración; reduciendo o eliminando sus síntomas, recuperando la confianza, la tranquilidad, el control y bienestar, en muchos casos sin demasiadas horas de terapia, sin revivir los momentos dolorosos y sin el uso permanente de medicamentos.
"TRAUMA es un hecho de la vida, sin embargo no tiene que ser una cadena de perpetuidad".
P. Levine
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