Luchan contra el cáncer, la pobreza, la guerra, las drogas, el terrorismo, la violencia.
Aquello en lo que nos enfocamos es lo que creamos. El acontecimiento o las circunstancias no pueden hacer más que ampliarse, porque es la ley del Universo.
El movimiento antibelicista crea más conflictos. Porque nos estamos enfocando en lo que no queremos, ¡en la guerra!.
¿Qué sentido tiene dedicar toda nuestra energía a un problema, en lugar de enfocarnos en la confianza, el amor, en la abundancia, la educación o la paz?.
Si quieres erradicar el hambre del mundo, debes estar a favor de que las personas tengan suficiente para comer. Si estás en contra de algún político en particular, debes estar a favor de su oposición.
Está bien darte cuenta de lo que no quieres, porque te ofrece el contraste para poder decir: «Esto es lo que quiero». Pero lo cierto es que si sólo hablas de lo que no quieres o de lo malo que es algo y si siempre lees sobre el mismo tema para comentarlo, lo único que haces es incrementarlo.
Cuando te enfocas en las cosas negativas del mundo, no sólo las amplías sino que aportas más negatividad a tu vida.
Cuando aparecen imágenes de algo que no quieres, de ti depende cambiar tu forma de pensar y emitir una señal nueva.
Tienes el poder de dar mucho al mundo emitiendo sentimientos de amor y bienestar, a pesar de lo que esté sucediendo a tu alrededor.
No leas ni veas tantos noticiarios. Ellos responden a nuestros pensamientos. Los servicios de noticias y la prensa cambiarían el tipo de noticias que nos transmiten si emitiéramos una nueva señal y nos enfocáramos en lo que queremos.
Aprende a estar inmóvil y aparta tu atención de lo que no quieres, y de toda la carga emocional que rodea a esa situación, y pon tu atención en lo que quieres experimentar... La energía fluye donde va la atención.
¿Estás empezando a ver el poder fenomenal que tienes en este mundo a través de tu existencia?
Cuando te enfocas en las cosas buenas que te hacen sentir bien, estás atrayendo más cosas buenas al mundo. La ley es perfección en acción.
Cuando la voz y la visión interior se vuelven más profundas, claras y altas que las opiniones del exterior, ¡has tomado las riendas de tu vida!.
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